miércoles, 8 de octubre de 2014

SL-CV 31 Ruta del Agua: Río Buñol y Río Juanes


La cuenca del río Buñol alberga una gran riqueza de manantiales que ha sido apreciada desde la antigüedad. La presencia humana en la zona data de hace unos 50.000 años, habiéndose hallado restos arqueológicos del Paleolítico Medio, Paleolítico Superior (unos 20.000 años), Mesolítico (unos 10.000 años) y Edad del Bronce (unos 3.000 años). Los habitantes íberos quizá llamaron a su poblado Bullon o Billón, que significaba fuente. Los romanos establecieron el primer asentamiento estable, al que denominaron Bullion (hervidero de aguas) o Balneolum (balneario); origen del actual pueblo de Buñol. Los árabes es posible que lo llamasen Bunyùl, y en época morisca se llamó Al-Bunyul (1, 2, 3). Esta abundancia de recursos hídricos, unida a lo accidentado del terreno y a la concentración de núcleos demográficos, propició la proliferación de molinos y otros artefactos hidráulicos en la cuenca, que en 1862 era de al menos 35: 19 molinos harineros, 12 molinos papeleros, 3 batanes y algunos telares y fábricas de jabón (4).

Datos de la Ruta:
TérminoMunicipal: Buñol y Yátova (Valencia)
Distancia recorrida: 11,61 km
Desnivel acumulado: 527 m
Fecha de realización: 29/04/2014
Descarga del track (gpx) en este enlace de Wikiloc. 
Más información de esta ruta en el Blog Pepeliktrencacames y en este enlace de Wikiloc.


El río Buñol nace cerca de Siete Aguas, en el paraje La Vallesa, alimentado por las aguas del manantial Fuente de La Reclija, atraviesa los términos de Buñol y Alborache y se adentra en el término municipal de Turís, donde desemboca en el río Magro, en el paraje Junta de los Ríos, entre las estribaciones del Collado del Motratón y la Sierra del Castellet (5). 

La ruta comienza en el Parque de San Luís, en Buñol. La Ermita de San Luis Beltrán, patrono de Buñol, es un pequeño templo de estilo historicista neogótico catalogado como Bien de Relevancia Local. El edificio actual se construyó en 1876 porque el anterior fue destruido por una riada. Junto a ella se encuentra el manantial (67)Este santo valenciano de la orden de los dominicos fue misionero en América, y se opuso a la opresión de los indígenas por parte de los conquistadores, quienes, al parecer, intentaron asesinarlo en varias ocasiones. Fue canonizado por Clemente X en 1691 (8).


El Molino Galán es un antiguo molino harinero que fue reconvertido en papelero. A principios del siglo XX también se utilizó para producir energía hidroeléctrica. Actualmente acoge la Biblioteca Municipal (49). 
"...En ocasiones, cuando entre la acequia por donde circulaba el agua y el rodezno había un desnivel, se utilizaba el cubo, sistema de origen árabe por el que el molinero obtenía una mayor fuerza hidráulica al aprovechar el propio peso del agua precipitada por el desnivel. Era el caso del Molino Galán en Buñol" (4).

La primera cita de molinos hidráulicos data del siglo I a.C. en el Ponto. Los romanos los mejoraron, aunque su uso no fue generalizado en Hispania. Los musulmanes los perfeccionaron y los extendieron en la península Ibérica gracias a la gran labor que hicieron en el manejo de los recursos hídricos; su planificación les permitió emplear el agua en el riego agrícola y mover los molinos harineros. En los siglos X y XI están ampliamente distribuidos, y empieza a diversificarse el uso de la energía hidráulica construyendo batanesfábricas de papel martinetes (10). Durante el periodo feudal formaron parte del monopolio señorial de la nobleza y el clero; incluso se llegó a prohibir el uso del molino manual, especialmente en los siglos XVII y XVIII. En el siglo XIX el gobierno de Mendizábal puso fin a los privilegios del Real Patrimonio. La abolición del pago de toda clase de derechos por el agua y su uso, propició la caída de su precio, y permitió la expansión de la única actividad industrial posible en esos tiempos, que alcanzó su periodo de esplendor a finales del siglo XIX. Su declive comenzó a partir de 1900, con la generalización de la fuerza motriz eléctrica (4)


Fuente del Ciprés, junto a un antiguo merendero. Comentario del año 1973 enVoces de Buñol, 61:
"... época en que Buñol fue llamado "La Suiza Valenciana". Cuando los merenderos de Hortelano, Ciprés, La Jarra, Roquillo, Salud..., y tantos otros, eran oasis de paz y de belleza natural, cerca, muy cerca de un bello río, abundante en peces, en verdor y en limpieza. El progreso, bendito progreso, nos ha traído muchas cosas, pero a cambio se ha llevado tantas otras, que nos hace dudar sobre lo que es mejor."  (11)

La Cueva Turche está formada por un lago enmarcado en un gran anfiteatro de roca, que muestra una cascada de 60 m de altura cuando el río Juanes viene crecido. La colina se hundió formando un hueco rellenado por los sedimentos del río. En el roquedo se puede distinguir la roca madre, de más de 70 millones de años, en la parte superior izquierda, y en el resto las tobas de unos 30 millones de años. En el abrigo existe un microclima con una temperatura media anual de 16 a 18ºC (1213). En ella se han encontrado restos arqueológicos del Paleolítico Superior (hace unos 20.000 años). En sus inmediaciones había una antigua alquería islámica, a la que probablemente pertenecían los “Paredones de factura morisca” que cita Llombart en 1884 en su libro: Guía de Buñol y sus alrededores: la Suiza valenciana (1, 14).


El río Juanes, afluente del río Buñol, discurre entre los términos de Buñol y Yátova, ofreciendo paisajes agrestes modelados por la acción erosiva de sus aguas cristalinas (1516). En este río hay un sistema singular de azudes. En el paraje del Estrecho de los Azudes se encuentran el Azud del Partidor y el Azud de las Cuevas de las Palomas, que a través de un sistema de acequias abastecían las huertas de los términos de Yátova, Alborache y Macastre, y proveían a tres molinos en Alborache, cuatro en Yátova y uno en Macastre (4).


La diferencia de altitud que muestra el río Juanes desde su nacimiento hasta la Cueva Turche propicia la aparición de pozas conectadas por pequeñas cascadas. En este tramo encontramos la Cueva de las Palomas y un pequeño lago llamado Charco Mañán (15). A lo largo del recorrido pudimos observar una letrina de Jineta.


La Cueva de las Palomas es una pequeña poza encajada entre grandes peñas. En ella se han encontrado restos arqueológicos del Paleolítico Superior (hace unos 20.000 años), de la Edad de Bronce (hace unos 3.000 años) y de la Época Romana (151). En este precioso paraje pudimos observar renacuajos de Sapo común.


El balneario del río Juanes es un balneario abandonado que se encuentra junto a un manantial de aguas medicinales que nutre al río. Al parecer, a las aguas de este río se le atribuyen propiedades beneficiosas para la salud. En 1884 perteneció a un vecino de Buñol (1217).

La Comunidad Valenciana goza de gran riqueza de recursos hidrominerales, y una arraigada tradición en el uso y aplicaciones de estas aguas. Sus balnearios adquirieron gran prestigio en la segunda mitad del siglo XIX, llegando a su máximo esplendor a principios del siglo XX. Los destrozos que sufrieron durante la Guerra Civil (en España muchos de ellos se utilizaron como cuarteles, almacenes de munición, prisiones... sufriendo importantes bombardeos), unido a que dejaron de ser rentables, provocó el cierre de muchos de ellos, y la transformación de otros en centros religiosos o en plantas envasadoras de agua mineral. (18, 19, 20).

   Postal de Andres Fabert, año 1910. Fuente: bunyul.com

Las muelas de los molinos solían provenir de canteras cercanas por la dificultad de transportarlas. Los canteros extraían la piedra idónea, le daban la forma y dimensiones aproximadas, y la transportaban en carros de bueyes hasta el molino, donde el molinero realizaba su acabado. Entre las más apreciadas estaban las piedras naturales procedentes de canteras granadinas o almerienses, y las de canteras francesas (La Ferté o La Lohr), que comienzan a difundirse a partir de la segunda mitad del siglo XIX, con la expansión del ferrocarril. Las piedras francesas tenían fama de producir una harina de mayor calidad por su color blanco; estaban formadas por fragmentos poligonales de piedra cuarcítica que solían venderse en porciones, y que el molinero unía con yeso o cemento formando un cilindro que sujetaba con uno o dos aros metálicos. Las caras molturantes de las muelas muestran unas acanaladuras, regatas, encargadas de evacuar la harina hacia el exterior. Éstas pueden ser curvas, rectas (4 u 8 acanaladuras), de estrías múltiples (30 a 40 acanaladuras) y mixtas. (21)

                                                                           Ardilla roja
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A finales del siglo XVIII Buñol era considerado uno de los núcleos papeleros valencianos. Reunía las condiciones adecuadas para esta actividad: la existencia de corrientes fluviales con pronunciado desnivel, la proximidad a centros urbanos que garantizaba el abastecimiento de trapos (materia prima), y un mercado para la producción papelera. A principios del siglo XX se redujo la actividad harinera, mientras que el número de molinos papeleros a partir de trapos aumentó (4). 

La historia del papel se inicia en China, en el año 105. Lo fabricaban desintegrando fibras vegetales y trapos con un mazo pesado de madera en un mortero de piedra; después las extendían sobre un fino tejido de bambú sujeto por un marco de madera, para darle forma; y aplicaban extracto de agar para unir las fibras y darles la impermeabilidad necesaria. Los árabes descubren esta técnica en el año 751, e introducen grandes avances: el uso de la energía hidráulica, el blanqueo de las fibras con cal, el encolado con goma arábiga o engrudo de almidón, y el perfeccionamiento de su forma; y extienden la fabricación del papel a lo largo de su imperio hasta Al-Ándalus. La posesión del papel fomentó en el imperio islámico la escritura, la instrucción pública, el conocimiento y la literatura en un tiempo en que Occidente tenía que valerse del pergamino. El papel llega al resto de Europa desde Al-Ándalus, y a través de los cruzados que comerciaban con Bagdad y Damasco. Játiva es la primera población de Occidente de la que hay constancia que tuvo industria papelera (El Edrisi, 1154: “Játiva es una bonita villa con castillos... se fabrica papel como no se encuentra otro en el mundo. Se expide a Oriente y Occidente”) (22).


La invención de la imprenta, en el año 1440, revalorizó aún más la utilidad del papel, que reunía las cualidades gráficas apropiadas, el ser abundante, barato, duradero, transportable y asequible a las enormes cantidades que requerían los impresores. Esto propició que Europa se cubriera de molinos papeleros entre finales del XV y mediados del XVI. Los papeleros españoles se vieron impotentes ante el aumento de la demanda ocasionada por el descubrimiento y colonización de América. En este periodo se produjo en España un retroceso de las labores artesanales debido a las continuas guerras y a la expulsión de los moriscos (excelentes artesanos) y judíos (grandes comerciantes). En cambio, en Europa se realizan grandes avances. La creciente escasez de materias primas propició la búsqueda de nuevos materiales. En 1777 se descubrió el efecto del cloro para aumentar la blancura de la pasta de papel, lo que permitió utilizar trapos más gruesos y coloreados. En 1844 se halla una nueva materia prima para fabricar papel: la madera (22).

Agradecimientos: 
Nuestro agradecimiento a nuestro compañero y amigo Vicente Sancho por su valiosa ayuda en la identificación de los renacuajos de la Cueva de las Palomas.

Referencias: 


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